¿Puede una experiencia traumática o cualquier cambio en nuestro estilo de vida transmitirse genéticamente a nuestros hijos? Se ha señalado en varias ocasiones que, por ejemplo, los hijos de las víctimas del holocausto nazi o de hambrunas severas tienen mayor predisposición a un conjunto de enfermedades y trastornos de conducta y psiquiátricos, que no se deberían sólo al contacto con padres traumatizados.