En ocasiones, pérdidas traumáticas, abusos físicos o sexuales, o haber vivido en una familia con muchas enfermedades, entre otras situaciones, producen en el que las padece síntomas como dolor de cabeza, de estómago, de espalda, fatiga e incluso parálisis físicas. Son las llamadas enfermedades psicosomáticas, que presentan cuadros físicos muy claros pero que no responden a los tratamientos habituales, y que ponen de manifiesto la conexión entre cuerpo y mente. Así, se hace evidente la necesidad de seguir investigando la correlación entre los procesos psicológicos y fisiológicos en el ser humano.
La neuróloga Suzanne O’Sullivan lo explicaba en una entrevista en el diario La Vanguardia, en la que contaba su experiencia profesional con este tipo de pacientes, hasta hace poco dejados de lado por la medicina convencional. Ver entrevista